Erradicar la pobreza extrema y el hambre

Erradicar la pobreza extrema y el hambre
Reducir a la mitad el número de personas que viven con menos de un dólar al día para 2015 y reducir a la mitad el número de personas hambrientas. Lograr empleo pleno y productivo, y trabajo decente para todos, incluyendo mujeres y jóvenes.

En nuestro mundo, 1.400 millones de personas viven en lo que se llama pobreza extrema – sobreviven con menos de U$1,25 al día. Sin embargo, se estima que para 2015 este número se reducirá a 920 millones de personas - cumpliendo con el Objetivo de Desarrollo del Milenio en varias partes del mundo.

Estas personas extremadamente pobres representan actualmente la cuarta parte de la población mundial. En 1990, representaban la mitad del mundo, lo que quiere decir que ha habido un progreso considerable. Gran parte de esto se debe al surgimiento económico de China. Sin embargo, en África había 100 millones más de personas extremadamente pobres en 2005 que en 1999.

Actualmente, más de 1.000 millones de personas padecen de hambre y desnutrición debido a que son muy pobres. Se les ha denegado el derecho a los alimentos; y la mayoría de muertes en los países en vías de desarrollo está relacionada a la desnutrición.

La crisis económica mundial le ha asestado un golpe contundente a los esfuerzos para acabar con la pobreza y el hambre. Se estima que ahora 55 millones más de personas viven en la miseria. La subida espectacular de los precios de los alimentos ha hecho retroceder el progreso que se había logrado en nutrición infantil – 1 de cada 4 niños en las regiones pobres del mundo tiene un peso inferior a lo debido. Antes de la crisis, el Objetivo de Desarrollo del Milenio era alcanzable.

Millones de personas han perdido sus empleos o se han visto obligados a aceptar empleos vulnerables, sin redes de seguridad, trabajando a menudo sin sueldo en negocios familiares. La mayoría son de África o del sur de Asia, y son mujeres. Siguen siendo la mayor parte de los trabajadores pobres.

Caritas en acción: Dándole de comer a Zimbabue


Ser viejo o niño y no contar con el apoyo de una familia es una de las peores situaciones en que una persona se puede encontrar actualmente en Zimbabue. La gran mayoría de gente en el país sabe lo que es el hambre – una encuesta de Caritas mostró que 9 de cada 10 zimbabuenses no tienen suficiente qué comer. Mas cuando uno está solo, es aún más difícil sobrellevar la situación. El hambre puede ser agobiante.

Con tan sólo siete años de edad, Beauty Moyo fue abandonada por su madre en el pueblo occidental de Plumtree cuando, al igual que otros millones de zimbabuenses desesperados, ella se fue del país. Beauty se refugió con su abuela hasta los 12 años, pero se volvió a quedar sola cuando ella murió. Ahora tiene 19 años y ya no está sola, tiene dos hijos pequeños que criar, pero también lo está haciendo sola. “Yo trabajaba como peluquera cuando podía encontrar trabajo”, dice Beauty, “pero ahora no tengo quien vea a los niños. Si no hubiéramos recibido comida de Caritas Zimbabue, no sé cómo nos las habríamos arreglado".

Los miembros de Caritas en Zimbabue operan proyectos de alimentación de emergencia que han beneficiado directamente a 1 millón de personas y trabajan con otras agencias de socorro para alimentar indirectamente a 3 millones de personas. Aparte de identificar a personas vulnerables como Beauty Moyo, los proyectos les proporcionan alimentos a alumnos y maestros, personal de hospitales y pacientes.

También se les proporciona ayuda a los ancianos, muchos de los cuales, al igual que Beauty, han sido abandonados por sus familias que se han ido de Zimbabue en busca de empleo en otros países.

Miriam Makamure vive en el Hogar de Ancianos Mucheke en Masvingo. El hogar funciona completamente a base de donaciones, no recibe apoyo del estado. Así que Miriam, 88, y los otros 29 residentes están muy contentos con las tres comidas al día que reciben de Caritas Zimbabue. “Aquí tenemos leche para nuestro té y nunca nos vamos a la cama sin comer", dice, "ahora todos tenemos energía. La comida es suficiente y nos da energía para trabajar un poco, tomando en cuenta nuestra salud y nuestra edad".

Jameson Jack y Maria Mukwakwa se conocieron y se casaron en el hogar. Ambos creen que tienen ochenta y tantos años. Ambos tienen familia de sus vidas anteriores, pero han perdido contacto con sus hijos. Sin las nutritivas comidas de Caritas, consistentes en judías, gachas de sadza y carne y vegetales donados, quién sabe a quién le hubieran tenido que pedir ayuda.

BAJAR UN PDF DE ESTA PÁGINA

Fotos: (Arriba) Un mercando de Rwanda. Gary Moore/Trócaire, (abajo) Distribución de alimentos en un colegio del sur de Zimbabwe. David Snyder/Caritas

¿Qué podemos hacer? 

Financiar activamente programas para proporcionar sistemas de saneamiento a regiones específicas, especialmente en áreas rurales del mundo en vías de desarrollo.

Obtener la inversión multisectorial que se necesitará para mejorar las vidas de los habitantes de los tugurios. Debemos motivar a contrapartes privadas para que se unan a nuestra causa.

Responder contundentemente al cambio climático, más allá de las negociaciones que se han llevado a cabo en los últimos años.

Detener el esperado aumento en las emisiones de dióxido de carbono una vez se haya superado la actual crisis económica.

El mundo rico debe proporcionar niveles suficientes de apoyo económico y tecnológico garantizado para que los países en vías de desarrollo puedan mitigar los efectos del cambio climático y adaptarse a ellos.

Legislar para preservar la biodiversidad mundial protegiendo más hábitats claves y las especies que habitan en ellos.

OBJECTIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO