Financiar activamente programas para proporcionar sistemas de saneamiento a regiones específicas, especialmente en áreas rurales del mundo en vías de desarrollo.

Obtener la inversión multisectorial que se necesitará para mejorar las vidas de los habitantes de los tugurios. Debemos motivar a contrapartes privadas para que se unan a nuestra causa.

Responder contundentemente al cambio climático, más allá de las negociaciones que se han llevado a cabo en los últimos años.

Detener el esperado aumento en las emisiones de dióxido de carbono una vez se haya superado la actual crisis económica.

El mundo rico debe proporcionar niveles suficientes de apoyo económico y tecnológico garantizado para que los países en vías de desarrollo puedan mitigar los efectos del cambio climático y adaptarse a ellos.

Legislar para preservar la biodiversidad mundial protegiendo más hábitats claves y las especies que habitan en ellos.

Brindar más ayuda económica para promover la educación primaria universal – especialmente en áreas rurales – y darle seguimiento para que más niños sigan en la escuela y terminen también la educación secundaria y terciaria.

Fomentar la creación de prestaciones sociales para que la primera respuesta a una crisis familiar no sea sacar al niño – a menudo las niñas – de la escuela. Abolir las colegiaturas para la educación primaria.

Formar a más maestros y maestras. En el África Subsahariana se necesita reclutar, formar y pagar a 3,8 millones más de maestros para 2015 para poder lograr el objetivo de educación primaria universal.

Educar a padres y cuidadores para que entiendan plenamente los beneficios de la educación para las niñas. Las niñas en el 20% de hogares más pobres tienen menos oportunidades de recibir educación - son 3,5 veces más propensas a no asistir a la escuela que las niñas en los hogares más ricos.

Enfocarse más en minorías étnicas, lingüísticas y religiosas alrededor del mundo, ya que éstas tienen mucho menos oportunidades que el resto de la población.

Enlazar la educación primaria universal con los otros Objetivos de Desarrollo del Milenio. Padres cultos significa menos pobreza y menos hambre, una madre culta significa menos mortalidad infantil. La educación es vital para combatir el sida y otras pandemias.

Reiterar los compromisos en cuanto a paridad y los derechos de la mujer en las políticas y el financiamiento para el desarrollo y hacer incidencia a favor de igualdad salarial para las mujeres en todas las sociedades.

Eliminar las colegiaturas y ofrecer incentivos para que las niñas asistan a la escuela. Construir escuelas más cerca de comunidades remotas y reclutar maestras de la localidad. La igualdad requiere que la mujer tenga acceso a la educación.

Apoyar organizaciones de mujeres que promueven más oportunidades para la mujer en el trabajo y estimular políticas públicas específicas y gobernanza para superar la desigualdad.

Legislar para aumentar la participación de mujeres en el parlamento. En 2008, después de haber salvaguardado escaños, Ruanda se convirtió en el primer país en donde más del 50% de los escaños eran ocupados por mujeres.

Seguir trabajando para cambiar las actitudes y las prácticas culturales, como mantener a las niñas en la casa o el matrimonio temprano.

Fortalecer nuestros esfuerzos contra el VIH/Sida – especialmente en África y el sur de Asia, con más educación sobre la transmisión del virus de madre a hijo.

Unirnos a la campaña de Caritas "HAART para los niños" para exhortar a las empresas farmacéuticas a que desarrollen medicamentos específicos para niños – Terapia Antirretroviral Altamente Activa – a precios más bajos. Las medicinas más apropiadas para niños son tres veces más caras que las medicinas para adultos. Sin ellas, la mayoría de niños con VIH muere antes de cumplir dos años.

Asegurar que más niños se hagan la prueba de VIH lo más pronto posible para aumentar sus posibilidades de recibir tratamiento y de supervivencia.

Hacer campaña en favor de otras intervenciones de salud económicas como desparasitación, suministro de suplementos de vitamina A y mejor nutrición

Seguir con el fuerte incremento en el financiamiento para salud infantil que ha habido en las últimas dos décadas y ampliarlo aún más.

Financiar un mayor acceso a la atención médica y formación para fortalecer los puntos débiles del sistema de salud. Se deben hacer más pruebas para el tétano y la anemia, ya que muchos problemas de salud durante el embarazo y el parto son prevenibles, detectables y tratables.

Formar a más médicos, enfermeras(os) y parteras; y ofrecer atención obstétrica crucial de emergencia.

Educar e informar a las mujeres acerca de señales que indican una complicación en el embarazo y exhortarlas a que busquen ayuda.

Cuestionar firmemente por qué es que se ha realizado tan poco progreso en la reducción de la cantidad de muertes durante el parto. En 1990 hubo 480 muertes por cada 100.000 partos; en 2005, esta cifra tan sólo se había reducido a 450. Aunque se ha logrado una reducción del 20% en el sur de Asia, la cantidad de muertes sigue siendo inaceptablemente alta.

Educar a la gente sobre prácticas culturales como el matrimonio temprano. En el período 1998-2007, 49% de adolescentes en el sur de Asia se casaron antes de los 18 años.

Ensalzar y aprender de países como Ruanda, un modelo para África, en donde el 92% de la población tiene acceso a atención médica básica.

Debemos seguir presionando a aquellos que fabrican los medicamentos antirretrovirales y a quienes pagan por ellos, en nombre de los pobres. Ha habido un fuerte incremento en la cantidad de personas con VIH que reciben el tratamiento que necesitan. Se estima que en 2009 los recibió el 40%. Esto es 4 millones de personas en el mundo en vías de desarrollo. Sin embargo, 60% sigue sin recibirlo.

Se necesita más educación. Por cada 2 personas que iniciaron el tratamiento con ARVs en 2009, se infectaron otras 5 personas. En los países en vías de desarrollo, únicamente el 30% de hombres jóvenes y el 20% de mujeres jóvenes entienden cómo se transmite el VIH.

Debemos proteger más a los nonatos. Aunque a nivel mundial los servicios de prevención de la transmisión de madre a hijo aumentaron de 10% en 2004 a 45% en 2008, se necesitan sistemas de salud más robustos. Se debe facilitar el acceso a pruebas tempranas y tratamiento para niños con VIH o con VIH y TB, y debe haber más medicamentos pediátricos asequibles.

Debemos reducir la violencia contra niñas y mujeres. Debemos hacer incidencia para cambiar normas y prácticas sociales y culturales que exponen a mujeres y niñas a la infección.

Debemos proporcionar más mosquiteros tratados con insecticidas y apoyar el buen liderazgo en países que han llevado a cabo serias intervenciones con el uso de mosquiteros. Debemos hacer lobby para obtener financiamiento para rociar interiores con insecticidas seguros.

Es necesario hacer incidencia a favor de un mejor tratamiento para la malaria. Muchos niños africanos siguen recibiendo medicamentos menos eficaces, a pesar de que se han desarrollado nuevas medicinas.

Se deben desarrollar pruebas para la tuberculosis que sean mejores y más rápidas, una vacuna eficaz y nuevos medicamentos asequibles. Se necesitan medidas adicionales en la ex Unión Soviética, en donde las tasas de TB extremadamente resistente a múltiples medicamentos son más altas que nunca.

Debemos recordarles a los gobiernos africanos la promesa que hicieron en 2001 de utilizar 15% de su presupuesto en atención médica para 2015. Debemos ayudarlos a mantener dicha promesa recordándoles a los países ricos su promesa de dedicar 0,7% de su PIB para el desarrollo en el exterior.

Financiar activamente programas para proporcionar sistemas de saneamiento a regiones específicas, especialmente en áreas rurales del mundo en vías de desarrollo.

Obtener la inversión multisectorial que se necesitará para mejorar las vidas de los habitantes de los tugurios. Debemos motivar a contrapartes privadas para que se unan a nuestra causa.

Responder contundentemente al cambio climático, más allá de las negociaciones que se han llevado a cabo en los últimos años.

Detener el esperado aumento en las emisiones de dióxido de carbono una vez se haya superado la actual crisis económica.

El mundo rico debe proporcionar niveles suficientes de apoyo económico y tecnológico garantizado para que los países en vías de desarrollo puedan mitigar los efectos del cambio climático y adaptarse a ellos.

Legislar para preservar la biodiversidad mundial protegiendo más hábitats claves y las especies que habitan en ellos.

Seguirnos enfocando en continuar y mejorar el programa actual para la condonación de la deuda de los países pobres altamente endeudados. Presionar para que se condone el 100% de la deuda de los países más pobres.

Felicitar a países como Nigeria, que está utilizando los U$750 millones de ahorros de la deuda para formar a nuevos maestros, y Camerún, que está invirtiendo el dinero en educación para detener la expansión del VIH/Sida.

Crear acceso sin aranceles y sin cuotas para las exportaciones de los países menos desarrollados.

Exhortar al mundo desarrollado a que cumpla con su promesa de invertir el 0,7% de su PIB en ayuda externa, no el 0,31% que sigue siendo la media.

Utilizar lo que hemos aprendido sobre la explotación comercial del medioambiente para hacer presión para que se desarrollen leyes que obliguen a las empresas multinacionales a actuar de forma más responsable en el mundo en vías de desarrollo.

Hacer incidencia a favor de más asistencia técnica para ayudar a los países más pobres a desarrollar su comercio y sus capacidades de producción, y asegurar que esto esté sujeto condiciones y tenga un precio justo. Aumentar el acceso al Internet y a la telefonía celular a precios que el mundo en vías de desarrollo pueda permitirse.